TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE LA EXPOSICIÓN DE CRIMS
Ahora puedes vivir el universo de CRIMS en tu propia piel. Una experiencia única a la que acuden miles de ciudadanos cada día.
CRIMS es un fenómeno social sin precedentes en Cataluña., el mejor contenido de True Crime hasta la fecha. Después del programa de radio, vino el podcast, el programa de TV y los libros, cada uno sumando audiencia a una comunidad que se cuenta por millones, llega la experiencia definitiva de la marca CRIMS: la EXPOSICIÓN.
Estrenada este octubre en Palau Robert, y programada hasta el próximo mes de abril, ofrece una experiencia inmersiva e interactiva acompañada, además, de un juego para móvil.
Apenas unos días abierta al público, se confirma como un éxito más de la Marca que ya no solo se puede ver y oír, ahora la puedes sentir, tocar y ser parte de ella. CRIMS, obra del autor, director, productor y conductor Carles Porta, ha creado una marca con un ritmo narrativo, un respeto hacia las víctimas, un rigor e incluso una identidad visual única que la exposición sigue fielmente.
Palau Robert (Generalitat de Catalunya) ha dado luz a un proyecto único. Beth Adat y Jofrem Jombart tuvieron el gran acierto de dar soporte a esta iniciativa. Ideado por el comisario de la exposición Carlos Ortet y desarrollado por el estudio creativo Zoopa (es el tercer proyecto museógrafico del estudio tras: Dones y World of Princess,).
La CCMA (Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals que incluye TV3 y CATRADIO) junto a True Crime Factory y la productora GOROKA, como creadores y productores de CRIMS, han cedido el fondo documental y han participado en el proyecto.
En la exposición, mientras redescubrimos los mejores casos de CRIMS, nos adentramos en la MENTE DEL ASESINO, empatizamos con el CORAZÓN de las víctimas o miramos a través del agudo ojo del INVESTIGADOR. Estas son las tres grandes áreas de la exposición y las tres escenografías en las que el visitante puede adentrarse para descubrir este intenso mundo lleno de contenido y sensaciones difíciles de describir.
Crims l’Exposició es de entrada totalmente gratuita y se puede encontrar la segunda planta del Palau Robert, hasta el día 10 de abril de 2023. Es una experiencia diseñada tanto para la comunidad de seguidores de CRIMS como para aquellos interesados en el True Crime, curiosos sobre el fenómeno que ha conquistado a millones de ciudadanos o simplemente visitantes ávidos de una experiencia divertida e interesante.
Este nuevo formato permite acceder a información inédita del fondo documental de la serie y ofrece una nueva perspectiva sobre temas muy interesantes relacionados con los casos y el crimen en nuestro país.
En resumen, pone al alcance todos aquellos elementos que imaginamos a través de la radio o que no pudieron mostrarse en televisión, ofreciendo una vivencia completa y memorable.
La muestra ofrece en tres grandes salas que dibujan el triángulo que ya se intuíamos en el programa televisivo: el punto de vista del criminal, el entorno de las víctimas y el equipo de investigación.
Cada sala inmersiva está conectada mediante otras salas menores que ofrecen experiencias muy estimulantes: un estudio de radio (en homenaje al inicio de la serie), una rueda de reconocimiento (alegórico a la conexión asesino-víctimas) donde puedes integrarte en el vídeo a través de un sofisticado sistema de Inteligencia Artificial, una sala de interrogatorios donde puedes escoger si ser el interrogado o el interrogador y sentir ‘el peso del silencio’ en tu propia piel y una sala final dedicada a la obra editorial y a dar contexto a los crímenes en Cataluña así como a los datos de audiencia y repercusión de CRIMS.
El recorrido inicia con el propio Carles Porta que, desde el estudio de CATRADIO, nos da la bienvenida como si estuviese frente a nosotros y advierte:
Todo lo que veréis en esta exposición ha ocurrido. Los hechos, los nombres y los lugares son reales.
La cortina que nos da acceso a la primera gran escenografía inmersiva nos advierte: Los crímenes nos retratan. Los asesinos reflejan una sociedad. No somos responsables, evidentemente, pero todos somos parte de ese ‘fracaso colectivo’. La gran sala es el interior de un piso anclado en el tiempo, una atmósfera densa y una decoración peculiar hacen que tu instinto esté alerta.
A la derecha una puerta, si te atreves a mirar por la mirilla, te llevarás una buena sorpresa (los muy aficionados a CRIMS reconocerán la escena). La estancia representa la visión que tiene un asesino del mundo que le rodea.
La sala cuenta con 7 ventanas que muestran distintas imágenes en un montaje inédito de material de las distintas temporadas. Las ventanas proyectan luz que desvela mensajes tan inquietantes como inteligentes alrededor de esta visión de la mente del asesino. Obviando algunos elementos como un congelador que no podremos abrir… la sala ofrece la posibilidad de sentarse en unos sofás que susurran declaraciones reales de casos de la serie. Mientras, una colección inédita de objetos icónicos de la serie espera que los visitantes les reconozcan.
Cualquiera puede convertirse en un asesino. Un sistema interactivo escanea al visitante e integra su imagen en una rueda de reconocimiento. El mensaje que se quiere transmitir es que cualquiera de nosotros, en una circunstancia y una situación determinada, sería capaz de matar.
La experiencia de verte en una rueda reconocimiento es muy impactante. Puedes escoger si entrar en la rueda de hombre o de mujeres.
Esta sala tiene una dificultad técnica importante y ha sido posible gracias a tecnología de inteligencia artificial. Esta permite identificar el perfil de la imagen del visitante (hemos cargado miles de perfiles de muestra en el sistema local) y luego integrarlo en un escenario 3D donde se encuentran los otros personajes, el fondo característico con líneas horizontales y una ventana que enmarca la acción. Un dato curioso: todos los actores son miembros del equipo de la agencia Zoopa que ha desarrollado la exposición.
Carles Porta dejó claro que esta es la sala donde debíamos ser más sensibles. A diferencia de la sala anterior nos encontramos, de pronto, en un entorno inmersivo precioso. Es noche y estamos rodeados de bosque, frente a un lago. Parece que puedas tocar el agua y la bruma se mueve frente a nosotros. El suelo es de grava y las plantas que nos rodean nos dejan claro que estamos lejos de la ciudad.
En el cielo aparecen mensajes relativos a víctimas y oímos las voces de familia, vecinos, amigos, personas que nos hablan de cómo un crimen no solo afecta a la persona fallecida, sino que genera un impacto brutal y un sentimiento de soledad en diferentes ámbitos. En esta sala empatizamos con las víctimas y tomamos conciencia del impacto de un crimen. El respeto y la sensibilidad que CRIMS ha practicado en todos los medios, se refleja en esta experiencia que, siendo visualmente muy agradable, no deja de impactar a todos.
El sello de Daniel Ebosogo, el director de Arte de la exposición, se deja notar especialmente en esta sala donde todo es harmonía y consiguen trasladarte a un lugar mágico. Muchos visitantes preguntan si pueden tocar el agua: no hay agua, es una ilusión.
El encubrimiento, no poder decir lo que sabes, es un peso enorme. Familiares, criminales, testigos, medir tus palabras, sentirte observado, saber que cada palabra puede cambiar vidas. Esta presión se ha retratado de forma magistral en esta sala de CRIMS.
Una sala de interrogatorios clásica que nos traslada a las películas que todos hemos visto (se trata de una de las pocas licencias artísticas de la exposición, ya que los cuerpos policiales ya no usan este tipo de configuración y les llaman ‘salas de entrevistas’). Carol Quesada, que ha documentado y es una reconocida experta en True Crime ha conseguido equilibrar muy bien los distintos temas de la exposición.
Sentarte, ponerse las esposas, ¡hay que vivirlo!
Las salas se cierran con unas cortinas densas y pesadas, similares a las que usan en las neveras industriales, los mataderos y este tipo de entornos, atravesarlas mientras lees las frases que definen la idea-fuerza de cada sala es, en sí mismo, una experiencia.
Esta frase tan contundente nos da paso a la tercera sala inmersiva que, sin duda, es el plato fuerte de esta experiencia. En el diseño original de la exposición, el acceso eran dos libros gigantescos que dejaban un paso muy estrecho entre ellos. Se trataba del Código Penal y de la ley de enjuiciamiento criminal. Una de las ideas-fuerza de este espacio es que el investigador, sea policial o periodístico, debe seguir los pasos de la investigación de manera escrupulosa. No puede suponer nada, no puede saltarse ningún paso, no puede cruzar la fina línea que delimitan estos dos códigos.
Una sala enorme que colapsa los sentidos del visitante. De repente te encuentras frente a una sala REAL de autopsias. Te deja sin aliento. Algunos atrevidos incluso se tumban en la mesa de autopsias. ¡La mayoría no se atreven ni a tocarla! El instrumental, la balanza, incluso el hilo de sutura te traslada a un entorno que jamás habías soñado visitar.
Pero el verdadero protagonista de la sala es un homenaje y una fuente de información de CRIMS: un macro muro dedicado a la investigación periodística. Viendo este muro, que aglutina información de 21 casos de CRIMS, te das cuenta del trabajo increíble que realizan Carles Porta y su equipo. Este muro ha sido un trabajo titánico, ya que muestra documentación REAL sobre cada caso y la ordena, muchos son documentos, fotos, pruebas que nunca se habían mostrado. Juanjo Sánchez ha trabajado mano a mano con Ona Tura y Anna Punsí en la selección y en el hilo argumental de cada centímetro de este muro.
El concepto, creado por Carlos Ortet, comisario de la exposición, era crear un ‘mapa mental’ que permitiese profundizar a los muy expertos y tener una visión global de lo que supone CRIMS a los neófitos. Carles Porta opina que unir ideas con hilos es ‘muy americano’ pero ha tolerado la licencia, ya que nos sirve para ilustrar esa conexión entre pruebas e incluso la geografía asociada a los distintos casos. Un mapa central de Cataluña sirve de eje del gigantesco muro. A menudo, los hilos salen de los límites del corcho y manchan las paredes e incluso el techo, creando una maraña con indudable valor estético.
El colofón de esta creación a medio camino entre la instalación artística y el ‘mapa mental’ es una colección de objetos que, al igual que haría una galería de arte’ se encuentran suspendidos en el otro lado de la sala. Unos hilos codificados en colores unen los casos del muro de CRIMS con estos icónicos y concluyentes objetos.
La habitación depara más sorpresas, como una instalación dedicada a las escuchas policiales. En este caso, multitud de teléfonos (esos aparatos que se usaban antes que apareciesen los móviles) están suspendidos formando un bosque de cables y que invitan al visitante a buscar y escuchar. Muchos, no todos, reproducen escuchas reales de los casos de CRIMS. Si la pared resulta hipnótica, los teléfonos son adictivos a más no poder…
Como columna vertebral de esta especie de laboratorio-oficina de investigación tenemos una mesa de más de seis metros de largo por un metro de ancho. El creador de la exposición no ha querido perder la oportunidad de reunir una explicación didáctica pero rigurosa de todas las técnicas de la policía científica. Empezando por la lofoscopia (reconocimiento huellas dactilares). Pediremos aprender cómo se realiza la identificación de huellas, el levantamiento, la comparación e incluso podremos ver y tocar los reactivos, pinceles y todo el instrumental real de la policía científica.
Esta experiencia es divertida y también educativa, los equipos de investigación, comunicación y científica de los Mossos de Escuadra han hecho un trabajo impresionante y, como creadores de la exposición, hemos de reconocer que no esperábamos un nivel de profesionalidad y de vocación de servicio como el que nos han mostrado. Cada sección cuenta con videos ilustrativos y unos textos con una explicación clara y concisa de las distintas técnicas.
La siguiente sección de la mesa está dedicada a las muestras de sangre. Desde su detección, sea mediante técnicas visuales o reactivos químicos, cámaras de IR o con luz forense, a su análisis. Se muestran los productos como el luminol y se exhiben muestras de sangre tanto en ropa como sobre objetos. Es muy interesante. Los videos muestran contenidos creados exclusivamente para la exposición en los laboratorios de la policía.
La mesa continua con el análisis de ADN. Todas las etapas desde la recuperación, kits para identificar el tipo de residuos (normalmente sangre, saliva o fluidos), cuantificación, amplificación una vez aislado el ADN e IDENTIFICACIÓN buscando ciertos marcadores. Estos permiten relacionar muestras o bien realizar búsquedas en una base de datos para identificar el origen de la muestra. Sorprendentemente, la sala muestra un Secuenciador de ADN real y funcional.
Es un privilegio acceder a un equipo de este tipo (ha sido cedido por el laboratorio SCIEX). Para una investigación, no se secuencia todo el ADN sino lo suficiente para poder hacer comparaciones. Las probabilidades de que dos individuos, no emparentados, compartan el mismo número de repeticiones en las diez regiones que se usan en los análisis de ADN son una entre mil millones. En la mesa podemos observar un electro de ADN real.
¿Se puede saber que arma ha efectuado el disparo? La cuarta zona de la mesa del investigador está dedicada a balística. Encontraremos vainas reales, balas e incluso un arma que ayudan a entender cómo se recogen las muestras y cómo se identifican las distintas marcas y erosiones características que de cada arma infringe en la munición que utiliza. A través de un microscopio podemos observar los detalles de una bala auténtica, aunque el video que acompaña esta sección es posiblemente la manera más clara de entender esta técnica.
Todos los textos explicativos se encuentran en catalán y cuentan con la traducción en castellano e inglés.
Tanto el secuenciador de ADN como el Espectrómetro de Masas que se encuentra en el otro extremo de la mesa son instrumentos muy costosos y difíciles de ver para cualquiera. Se han instalados videos con animaciones 3D que muestran cómo funcionan y para qué sirven. ¡Es apasionante!
La última sección guarda una buena sorpresa: hemos sido observados por cámaras ocultas mientras visitábamos la exposición. El comisario aclara que solo se guardan las imágenes durante algunos minutos para poder mostrarlas al propio sujeto observado.
El propósito de esta sección es mostrar cómo, a partir de imágenes de cámaras de seguridad, la policía puede identificar un sujeto y encontrar su ficha policial. ¡También se muestra un retrato robot que demuestra que cualquiera tiene aspecto de ‘malo’ en un retrato de este tipo! Encontramos todo tipo de indumentaria y herramientas utilizadas por la científica. Podrás ver y tocar la mayoría de las herramientas, sistemas de almacenamiento, productos e incluso la indumentaria que utiliza la científica. ¡Es un festín para los más curiosos!
Algunos datos que ilustran el trabajo de la científica en Cataluña en el 2021
- Inspecciones oculares. 21370
- Objetos estudiados por investigación lofoscópica. 10514
- Lofogrames identificados. 4233
- Identificaciones lofoscópicas de personas autoras de delitos. 1931
- Analíticas de ADN efectuadas. 4840
- Analíticas judiciales de drogas efectuadas. 9085
- Estudios de falsificación de marcas y patentes efectuados. 1903
- Estudios de falsedad documental efectuados. 10887
- Estudios de grafística efectuados. 3252
- Estudios de identificaciones faciales efectuados. 947
- Personas identificadas por identificación facial. 229
- Estudios de armas de fuego efectuados. 146
- Estudios de armas no de fuego efectuados. 95
- Estudios de armas LO 4/2015. 2777
- Terminales de telefonía móvil estudiados. 1089
La última sala cierra el paréntesis que abrió la radio: está dedicada a los libros de CRIMS.
La estructura de esta experiencia te muestra la dimensión de la obra de Carles Porta y la factura que Goroka, capitaneado por el productor Guille Cascante, han conseguido en la serie.
La sala negra muestra el libro que se lanzará en unas semanas dedicado al crimen de PortBou así como índices de criminalidad en Cataluña que te llevan a la conclusión de que estamos en un país seguro aunque no perfecto.
También se muestran datos muy curiosos sobre las audiencias de todos los medios en los que se desarrolla la serie.
CRIMS ha sido uno de los éxitos más destacados de Catalunya Ràdio y TV3 los últimos años.
El programa empezó a emitirse en Catalunya Ràdio en 2019. Durante las cinco temporadas que puerta en antena, acumula un total de 204.000 oyentes que lo siguen en directo y 20 millones de reproducciones digitales. El pódcast de Tor, que fue el origen de Crímenes en Catalunya Ràdio, ha superado el millón y medio de reproducciones.
En TV3, Crímenes ha conseguido fidelizar 3,6 millones de espectadores, desde febrero del 2020, cuando se estrenó el primer episodio. Desde entonces, más de 888.000 personas de media han visto cada uno de los 33 capítulos producidos hasta ahora.
CRIMS es un fenómeno digital con 35 millones de reproducciones de los programas de radio y televisión en todas las plataformas donde es presente.
Imaginamos que en pocas semanas podremos mostrar cifras récord de asistencia también a la exposición de Palau Robert.
Eso es todo. ¿Lo es? Pues no, la última sala alberga una puerta ‘secreta’ accesible solo mediante un código. ¿Quieres saber cómo acceder? Tendrás que resolver el juego de CRIMS al que se accede mediante un código QR presente en la exposición.
No dejes de visitar la exposición, cuando menos, para descubrir lo que se esconde en esta última sala.
Las experiencias físicas son más apreciadas y valiosas que nunca. Y sí, como la mayoría de las experiencias en la vida, quizás mejor vivirla acompañada/o…
¡Ah! La exposición, por cortesía de Palau Robert, es totalmente gratuita y no precisa entrada ni reserva.
Un ‘chivatazo’ extra: al salir no dejes de fijarte en la preciosa claraboya del Palau. ¡Allí observarás un arma y un bolso, indicios de que allí se ha producido un CRIMEN!
